Sábado 23 de enero 2021, 4:30 de la mañana, comienza la aventura. Peluquería, maquillaje, producción y el Director, Cayetano Gómez Cayuelas. Todo previsto. Cada uno en su sitio. Todo el mundo sabe lo que tiene que hacer. Plan de rodaje en mano. Comienza la aventura. Con solo un vistazo y mi experiencia, no en rodajes que es nula, pero sí en otras cosas. Tras los primeros cinco minutos, me doy cuenta que la juventud empaña la profesionalidad para el que no sabe ver. No son solo jóvenes, si no también profesionales y lo más importante: cargados de ILUSIÓN. Desde ese mismo momento, veo compañer@s. Todo un equipo y me pongo en sus manos sin dudarlo. Cruzo el «Arco de Santo Domingo». Es la primera toma y todo comienza a moverse, a girar y pasan casi doce horas rodando, cambiando de localizaciones. Ya no recuerdo las veces que me he cambiado de ropa. Ya ni me acuerdo del dolor. La adrenalina lo neutraliza. Terminamos con la puesta de sol en «El Seminario», pero Cayetano decide que no tiene suficiente. Hay que seguir un par de tomas más. Claudicamos tod@s. Es curioso, nadie se queja, todos asienten y colaboran. Hacen aportaciones y, lo más importante, nadie cuestiona al Director, su amigo. Hace más de veinticinco años, participé en el rodaje del cortometraje de «Miguel Hernández» como extra. Salía de cura y cruzaba el mismo arco. La elipsis del tiempo.
